Sin bien, los avances de las vacunas contra el COVID-19 son alentadores, anunciar que se empezará a vacunar a la población antes de julio es imprudente porque genera falsas expectativas. Además, obtener la vacuna no será el mayor problema, en comparación con otros retos que el MINSA deberá superar para lograr la inmunización colectiva.
Primero, en 2021 AstraZeneca, Moderna y Pfizer esperan producir 4,300 millones de dosis; pero EE.UU., Europa y el Reino Unido demandarán 2,000 millones y serán los primeros en ser atendidos. Esto implica que el Perú, junto con una centena de países, tiene que salir a competir los 2,300 millones restantes. Si bien ya tenemos dos acuerdos, queda esperar que los laboratorios cumplan con sus cronogramas.
Segundo, el MINSA tendrá que brillar en su capacidad logística para distribuir las vacunas. El principal problema será mantener la cadena de frío, pues se requieren temperaturas de -80 a -20 grados °C. Además, se estima que en el proceso se quiebra y daña casi 15% de frascos (G. Jaramillo).
Tercero, superado esto, se tendrá que convencer a la población para que se inocule, lo que podría ser difícil. Por ejemplo, en EE.UU. solo 50% de ciudadanos está dispuesto a vacunarse contra el Covid-19 (Gallup) por la velocidad del desarrollo de la vacuna.
Para que la campaña de vacunación sea exitosa, el Gobierno debe unir fuerzas con el sector privado y la sociedad civil, de lo contrario la conocida falta de gestión del sector público nos jugará en contra.