No hipotequemos el futuro

En cuatro días celebraremos las elecciones generales más sui generis de toda la historia republicana, no solo por tener un quíntuple empate en el segundo lugar, sino porque casi tres de cada diez peruanos aún no deciden por quién votar.

Considerando que estamos en una crisis sanitaria, económica y política sin precedentes, hay dos aspectos fundamentales que debemos tomar en cuenta para elegir al siguiente presidente, si queremos un futuro más o menos aceptable.

Primero, la pandemia nos hizo incurrir en un déficit del 9.4% del PBI, elevando la deuda pública al 35% del PBI en 2020. Debemos ajustar nuestro gasto público para regresar a un déficit del 2% del PBI, cosa que solo Victoria Nacional y Avanza País parecen entender (EC, 28.3.21).

El impulso económico debe venir mediante un shock de inversión privada, para generar empleo y aumentar la recaudación, porque el Gobierno ni tiene recursos ni capacidad de ejecución. Es fundamental recuperar nuestra competitividad.

Segundo, asegurar la continuidad de la política monetaria del BCRP, que nos ha permitido gozar de una de las inflaciones más bajas del mundo. Debemos descartar a quienes ofrezcan políticas no convencionales, reducir las tasas al 0%, recomprar deudas, etc.

Los instrumentos monetarios son delicados y manipularlos por razones políticas puede erosionar la moneda y, así, nuestros ahorros; cosa que ignoran Fuerza Popular, Juntos por el Perú, Victoria Nacional y Acción Popular (EC, 20.3.21).

Si bien estos factores no son suficientes, son necesarios para recuperarnos de la actual crisis. Optar por candidatos que no garanticen esto es hipotecar el futuro.

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