El 2020 ha sido un año nefasto para el Perú, pero no solo por la pandemia del COVID-19, que es una crisis sanitaria que está azotando sin distinción a todos los países, sino por la evidente incapacidad de Martín Vizcarra y su equipo para salvaguardar el bienestar económico de los peruanos.
Por ello, a tres meses de las elecciones, es importante recordar los dos errores más relevantes en los que incurrió el expresidente cuando ostentaba el poder, sobre todo porque hoy pretende alcanzar una curul para obtener la inmunidad parlamentaria que tanto criticó.
El primer gran error fue destrozar la economía con medidas de aislamiento social duras y prolongadas, deteniendo sectores que nunca tuvieron que parar, como la minería y la pesca, lo que generó que la economía se contraiga en más de 30% entre abril y mayo, dejando un saldo de 6.7 millones de peruanos sin trabajo. Todo esto pese a tener uno de los mejores planes de reactivación del mundo, equivalente al 17% del PBI.
El segundo gran error fue la pésima gestión del sistema sanitario por el bajísimo nivel de ejecución del presupuesto de salud, que generó escasez de suministros médicos (ej. pruebas y oxígeno), y por no cerrar acuerdos con ningún laboratorio para comprar vacunas. No es casualidad que hoy el Perú registre el mayor exceso de muertes por millón de habitantes del mundo desde que se inició la pandemia (Financial Times).
Como se mire, Vizcarra ha sido enormemente dañino para el país y debería salir de forma permanente de la política peruana; pero eso no sucederá, porque somos una sociedad masoquista que tiende a repetir platos que mucho daño nos hicieron en el pasado.